Servicio Coworking

¿Sí o no al home office?

Si hubiera escrito esta colaboración hace más de un año, todo hubiera sido  diferente. Gracias a la tecnología muchos podían trabajar desde cualquier parte del mundo; sin embargo, al menos en México no era un modelo de trabajo muy conocido o común, pocas  empresas  optaban por esta forma de trabajar, y los que lo hacían  tenían sospechas de que fuera la manera correcta.

A partir de marzo del 2020, quizá el 99% de las empresas y oficinas tuvimos obligatoriamente que irnos a casa a trabajar. Con sus pros y contras la vida nos enfrentó a reinventarnos y lograr desarrollarnos para trabajar desde casa con todas las distracciones que involucra.

Las primeras semanas era divertido, te sentías más libre y cómodo. Ya no existía el tiempo perdido en el tráfico, prisas, incluso la hora del baño muchas veces la podíamos ahorrar. Subíamos fotos y videos a nuestras redes sociales de lo divertido que podía ser trabajar desde casa.

Pero al paso de los meses esto se empezó a convertirse en un problema para muchos. Siendo sinceros, ¡el home office no es para todos!

Para lograrlo se requiere un autocontrol gigante, ser muy organizado, y cumplir con tus horarios. La comunicación entre equipos de trabajo la mayoría de las veces se vio afectada, la información no circulaba de la manera correcta, y la productividad en la mayoría de los casos era  más baja de lo normal.

Ya pasó más de un año, y muchos siguen haciendo home office, otros ya regresaron, y algunos otros lo están intentando. Muchas veces yo siento que estamos en una etapa como en el limbo en muchas áreas, ya no sabes quién va a la oficina, quién no, qué negocios están abiertos o que otros ya no abrirán. Estoy segura que  conforme pasen los meses iremos definiendo nuestra nueva manera de trabajar.

No podemos dar un paso atrás con lo que aprendimos durante este año. Como lo mencioné al principio, no todos funcionamos para hacer home office; influye la personalidad, educación y hasta cultura. Lo que decidas para tu equipo, es importante lo siguiente:

1.- Platica con tu equipo sobre lo que ellos quieren. Muchos de nosotros sí disfrutamos ir a la oficina, pero quizá nos gusta la flexibilidad de los horarios. Puedes implementar una forma híbrida de trabajar, es decir algunos días en oficina y otros de home office. OJO aquí es importante también que tu negocio lo permita, si es una tienda o restaurante   claramente no puede aplicar la opción del home office.

2.- Evalúa quién de tu equipo realmente puede funcionar para hacerlo. Algunos funcionan súper bien con objetivos y administrándose en tiempos para lograrlo. Pero algunos otros, no lo consiguen. Sí es el caso, lo mejor será regresar a la oficina.

3.- Puedes buscar espacios como coworking, que tu equipo pueda visitar algunos días a la semana o al mes para que salgan de sus casas. Créeme que por más que te encante estar en tu casa no es sano siempre estar metido ahí. A nivel personal ayuda muchísimo el socializar, y salirte algunos días de tu casa. En Startpoint tenemos paquetes para empresas o freelancers muy atractivos y además el espacio es ideal para trabajar.

4.- Haz reuniones periódicamente con tu equipo de forma presencial. Es muy necesario que todos se vean, hacer reuniones de planeación, de creatividad, de estrategia. O incluso para ir a pasar un rato y platicar de cosas externas al trabajo. El estar cara a cara es básico para los seres humanos.

¿Si o no al home office? La respuesta la tiene cada empresa o negocio, pero lo que decidas hazlo de la mejor manera.

Retos como emprendedor

Del cielo al infierno en un día

Pues, aunque suene a título de telenovela o película de drama les quiero platicar que así es la vida de un empresario. Tenía pensado otro tema para mi siguiente colaboración, pero los últimos días fueron literalmente como lo planteo en el título de este texto y es por esto que quise compartirles un poco de lo que paso.

En general en la vida, me parece que siempre hay días buenos o malos, momentos felices y tristes. En internet podemos encontrar miles de frases que nos dicen “Sin lluvia, no hay arcoíris” “Sin días buenos, no hay malos” pero la realidad es que cuando estas en esos días malos ni una frase bonita te van a cambiar el humor.

Hoy es miércoles, la semana lleva apenas 3 días, y yo ya pase por el día más motivante del mes, seguido por el día más triste y frustrante de hace quizá meses. ¿Qué raro es esto no?

El lunes recibí comentarios de mi cliente más importante, sobre lo contento que estaba con el proyecto que le hicimos. Lo cual para mí fue como una estrellita gigante de esas que te ponían en kínder enfrente de todo el salón. Sentí que podía con todo, motivada al 100 para seguir adelante. Pero ¡Sorpresa! dos días después viene el mal día cuando reviso las cuentas y números del mes. Definitivamente no estaban como lo planeado, ¿Qué paso? ¿Qué hicimos mal? La realidad es que el mes pintaba para ser el mejor, pero por algunas razones, que prefiero reservarme, no resultó ser un buen cierre para la empresa. En ese momento es cuando te cuestionas hasta por respirar y nos culpamos de el 100% de lo que paso. ¡Claro! Bien dicen que si las cosas salen bien son gracias a ti, pero si salen mal son por tu culpa ¿no? Pues la realidad es que no es así, aunque el empresario sea el responsable de su empresa, son acciones de todos que llevaron a que el plan no saliera.

Lo primero que tienen que hacer es definitivamente: gritar, llorar, enojarse, o lo que ustedes quieran, pero solo un ratito eh, y de preferencia no hacerlo frente a tu equipo de trabajo. Respeta ese momento y haz lo que consideres correcto para sacar la frustración ¡Te lo juro! Una vez que lo haces esa nube que esta sobre tu cabeza que no te deja pensar se empieza a deshacer y ahí es cuando surge las ideas, planes B, C y D o los que sean necesarios.

No te culpes, no dudes de ti, ni de tu capacidad. No dudes de tu proyecto, ni de tu sueño…en conclusión ¡No Dudes! Yo sé, y soy fiel creyente que si un negocio funciona es porque alguien se aferró a un sueño y se aferró tanto, que confío con toda su pasión, entrega y amor. Así es de que, si estas en ese día bueno y motivante aprovéchalo, disfrútalo, gózalo y guárdalo por qué vas a necesitarlo para enfrentar el día malo, que no es que sea bruja, o deseé cosas malas, pero te aseguro que va a existir. Muchas de las empresas han hecho sus mejores estrategias en las crisis más fuertes. 

“En tiempos de crisis, algunos lloran y otros venden pañuelos” mejor seamos de los que venden pañuelos.